1001 bodas, una bonita experiencia

Un fin de semana cargado de buenas ideas para hacer más mágico aún el día de nuestra boda. Así resumiría yo la feria 1001 bodas celebrada del 23 al 25 de octubre en Madrid. Empresas de todo lo que nos podamos imaginar para organizar la boda tuvieron cabida este pasado fin de semana en el IFEMA

Pudimos encontrar fotógrafos de diferentes estilos en todos los pasillos del recinto. Siempre mostrándonos los trabajos realizados, cada cual más bonito. Personalmente fueron los stands que menos nos entretuvimos porque ya lo tenemos contratado, pero había opciones para todos los bolsillos. Incluso nos encontramos con más de uno que nos asaltaba por los pasillos, sin tener stand para ofrecernos plasmar para siempre el recuerdo más preciado de nuestra próxima boda. 

Agencias de viajes también tuvimos varias para preguntar precios. Aquí lo importante es tener claro el presupuesto y donde se quiere viajar. Dejamos nuestros datos en varios mostradores. Esta semana nos llamarán para darnos presupuesto. 

Vestidos para todos los precios. Desde los más económicos de Vértize Gala, a los clásicos de Rosa Clará se dieron cita en el IFEMA. Incluso pudimos disfrutar de varios desfiles, abarrotados de gente. También para chicos, con opción de alquiler o compra. Para quienes aún no tienen vestido les pudo venir bien visitar la feria porque algunas tiendas optaron por dar descuentos. A mi en mi caso, me vinieron muy bien para los complementos. 


Pero lo que más atención prestamos fueron los detalles y todos los complementos que rodean la boda. Aquí hay que tener claro lo que realmente se quiere, el presupuesto que tenemos y las manualidades que podemos hacer por nuestra cuenta ya que hay infinidad de cosas. Si nos ponemos sin un presupuesto muy definido y las ideas claras, compraremos hasta la cosa más inútil para nuestra boda.

En este sentido, me encantó la idea de las clases de baile para poder bailar novios e invitados juntos un flashmob, pero está claro que es algo de lo que se puede prescindir y que cada uno baile como pueda. Mola la idea, pero fríamente ¿seríamos capaces los amigos y la pareja de ir a clase una semana para aprender una coreografía? creo que mejor por nuestra cuenta. 

En cuanto a los detalles para entregar a los invitados, se cogen ideas, pero creo que es algo que se puede comprar tranquilamente por internet. No es complicado y en todos los stands solían ofrecer lo mismo. 

En resumidas cuentas, una buena experiencia para dar el pistoletazo de salida a los preparativos de la boda. Creo que cualquier novio debería pasar por esta feria para coger ideas. 


Resumen de mi visita a la feria de bodas de Arganda

El pasado sábado 17 de octubre pude disfrutar de la feria de bodas celebrada en Arganda del Rey organizada por la cafetería Ananda. Eran muchas las ideas que se iban a mostrar en esta feria, que al final quedó deslucida por la lluvia del fin de semana en Madrid. 


Mi visita fue por la tarde del sábado, cuando pudimos disfrutar de un desfiles de vestidos de novias de la tienda María Diezma de Tarancón. Desfilaron por la pasarela vestidos de St Patrick, Lugo Novias, Alma Novias o Luna Novias entre otros. Por suerte mientras se celebró el desfile la lluvia nos dio una tregua.  



Después, acudimos al interior, donde nos pudimos refugiar de la lluvia y ver los stand que se situaban en este salón. La pena fue que debido al mal tiempo los stands se tuvieron que ubicar muy apelotonados en la pequeña sala habilitada para la ocasión. 



Dentro de la sala pudimos coger información de dos agencias de viajes de la localidad, que nos atendieron muy amablemente. Para mi sorpresa nos recomendaron ponernos ya a mirar viaje, puesto que así encontraremos las mejores ofertas y, aunque los vuelos a Estados Unidos no son públicos hasta principios de año, si que pueden darnos ya un presupuesto de lo que buscamos. 



En otro de los stands vimos a un joyero de toda la vida trabajando con el oro y la plata de la forma tradicional. 


Fuente:https://www.facebook.com/
También destaco el stand de ramos de novias, donde nos informaron de que los presupuestos variarían en función de la colecta de flores de la primavera, las flores empleadas y el tamaño de estas. Nos emplazaron a tratar este tema un mes antes del enlace. 


La pena fue no haber podido disfrutar de los exteriores por culpa de la lluvia, donde estaban los stands del Coro Rociero Guadalquivir y de Fashionista Creativa, entre otros, que deleitaron a quienes pudieron asistir por la mañana con un desfile de moda amenizado por el cante del coro. 

Fuente:https://www.facebook.com/
Este fin de semana visitaré la feria de 1001 bodas de Ifema. El lunes ya os contaré que tal y que ideas he podido coger. 

Mi vestido de novia

Este es uno de los post más emotivos y difíciles de explicar que hasta la fecha he escrito para mi blog. Dentro de los preparativos de una boda, una de las decisiones más importantes es el de la elección del vestido de la novia. Es un día que cualquier mujer ha soñado desde pequeña, aunque he de reconocer que no soy muy amante de los vestidos de novia y de arreglarme excesivamente. Soy más de cuñas, falda y cara lavada sin maquillaje.


Tenía previsto visitar varias tiendas, una ruta por todo el centro de Madrid, empezando por las grandes firmas de novia, como Rosa Clará y Pronovias, y terminando en las tiendas de novias más económicas, Vertize Gala y Clara Novias. Una tarde me dediqué a concertar citas con todas las tiendas que quería visitar durante el fin de semana elegido. Mi idea era verlas todas, consultar mi decisión con la almohada y el siguiente fin de semana ir directamente a por comprar el vestido elegido. 



Previamente ya tenía señalados los vestidos que más me gustaban de cada firma y tenía claro los estilos que deseaba y lo que no quería. Empezamos el viernes visitando la primera tienda. 



La tarde empezó muy bien. Fui acompañada de mi madre y mi abuela. Elegí a ambas por la complicidad y cercanía. Qué mejor que una madre para acompañar a su hija en la elección de uno de los vestidos más importantes de su vida. Mi abuela solo ha tenido hombres en casa, ninguna hija y además soy su nieta mayor. Nunca había pasado por este momento, por lo que aunque tenga 80 años, sabía que querría acompañarme en ese día. 



Lo primero que hicimos nada más entrar en la tienda, fue ver un catálogo gigante de vestidos de novia, junto con la dependienta que nos ayudó. Yo iba mirando y ella sentada frente a mi iba apuntando los vestidos que me gustaban y los comentarios que yo hacía sobre ellos, tanto positivos como negativos, si me gustaba el tul o si quería la espalda al aire... cualquier comentario era apuntado por ella. 



Pasamos al probador, gigante y en él estaban preparados cinco vestidos iniciales y unos zapatos de novia (eran incomodísimos). La dependienta entró conmigo al probador y mi madre y mi abuela se quedaron fuera en dos sillones sentadas como meras espectadoras del desfile que iba a comenzar. Dentro la dependienta y yo hablábamos sobre los vestidos. No se separó de mi ni un minuto para escuchar cualquier comentario que pudiera hacer. Empezamos a probar. 



El primer vestido he de reconocer que no era de mi tipo, pero mis acompañantes se emocionaron nada más verme. Causa mucha impresión y emoción ver a un ser querido vestido por primera vez de novia. Y aunque iba sin pintar, con mi pelo rizado tal como había salido de mi casa a las 7 de la mañana para irme a trabajar, yo me veía guapísima y ellas también a mi. 



Aunque es emocionante no hay que dejarse llevar por ser el primero, ya que quizás no sea el que mejor nos queda y hay que mirar por aquello que nos guste y también nos favorece. Seguimos probando y comentando lo que sobraba o faltaba de cada vestido. 



Después de cuatro, la chica de la tienda ya tenía una visión de lo que yo necesitaba y me trajo el quinto, que era mi vestido. Tenía mi nombre según entró por la puerta. Era el perfecto para mi. Tenía todo. Mis acompañantes no lo vieron hasta que no salí con él puesto y las tres decidimos que era el mio. No os podéis imaginar la emoción que se siente en ese momento. Pocas veces había visto a mi madre sonreír y llorar de emoción a la vez, a mi con esa risita floja y a mi abuela con esa cara de satisfacción. 



Ahora queda seis meses para esperar a ponérmelo de nuevo en la primera prueba. 



Os animo a que compartáis conmigo vuestras experiencias de aquel día, uno de los más emotivos de la organización de vuestra boda. 



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